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Confianza en uno mismo. Cómo aumentarla

¿Dudas constantemente de tus decisiones?

¿Te fías más de lo que opinen los demás que de tu propio criterio?

¿Necesitas la aprobación de los demás para sentirte bien?

¿Prefieres no dar tu opinión porque piensas que lo que dices va a estar mal?

¿Te sientes paralizado/a por miedo a fracasar?

 

Si has respondido que sí, la confianza en ti mismo/a puede mejorar. Si quieres saber cómo sigue leyendo, ¡te interesa!

 

Lo que necesitas saber

La confianza y la seguridad en uno mismo es un concepto complejo, abstracto, y subjetivo. Por ello resulta difícil dar una definición global que abarque lo que es la confianza para todo el mundo, porque para cada persona la confianza en uno mismo tiene diferentes connotaciones. Cada uno de nosotros valoramos una serie de cosas que nos hacen sentir más o menos seguros. En definitiva, la confianza depende de lo que estemos valorando de nosotros mismos.

Cabe destacar que la seguridad en uno mismo es fluctuante y dinámica, es decir, no podemos tener siempre confianza plena en nosotros mismos, porque en la vida nos vamos enfrentando a situaciones novedosas y desafiantes que nos hacen salir de nuestra zona de confort. Esto es inevitable y además es muy necesario ya que forma parte del proceso de crecer, aprender y evolucionar como personas.

Al enfrentarnos a situaciones novedosas suele aparecer el miedo en mayor o menor medida, esto es algo intrínseco a la experiencia ya que viene para protegernos de una posible amenaza, lo importante es seguir adelante a pesar del miedo.

 

Confianza “interna” y confianza “externa”

En mi trabajo con la seguridad y la confianza entiendo la confianza en dos vertientes, dos formas que tenemos de experimentar la confianza en nosotros mismos.

Confianza interna

La confianza interna sería aquella que es genuina, que viene de uno mismo. Es un sentimiento de seguridad, no necesita de la aprobación externa, no implica hacer nada más que ser nosotros mismos.

Tiene que ver con un compromiso interno de ser quien soy y no con la apariencia, se basa en la autoaceptación incondicional, en la conexión con la vulnerabilidad propia. Es una confianza que te da paz, que pasa por reconocer tu esencia, lo que tú eres. Es una confianza constante que te permite superar los obstáculos y desafíos de tu vida.

Confianza externa

La confianza externa en cambio tiene más que ver con la acción, es decir, con lo que hago para tener confianza, es una confianza efímera, tiene que ver con el reconocimiento externo, con la opinión de los demás, con los logros, con el éxito. Es una confianza que se vive como “a picos”, no es constante, sino que es momentánea.

¡¡Atención!!

Con esta distinción quiero dejar claro que ninguna es buena o mala simplemente son dos formas de vivir la confianza y además son complementarias. Normalmente la confianza externa es más fácil de conseguir porque requiere de hacer algo o de cambiar algo, sin embargo, para experimentar la confianza interna se requiere un trabajo de autoconocimiento y aceptación de uno mismo.

Riesgos de la confianza externa

Suele ocurrir que muchas personas solo experimentan la confianza externa, a partir de comentarios, o de éxitos o de reconocimientos que provienen de fuera. Y no es que sea algo negativo en sí, pero sí que es cierto que es una confianza más inestable y que depende de cómo la vivamos, pues podemos llegar a caer en poner toda la confianza en el exterior y terminar por no valorarnos genuinamente por lo que somos.

Podemos caer en la dependencia del reconocimiento, en una tendencia a agradar y complacer, en poner mi valía solo en mi físico, o solo en mis logros académicos o laborales, en volverme muy exigente conmigo mismo para evitar sentirme fracasado, o sentir que no valgo, en dejar que la valoración de los demás me condicionen al tomar mis decisiones, etcétera.

Es aquí, cuando se vuelve insostenible vivir bajo la necesidad de la confianza externa únicamente, sientes que no estás pudiendo vivir tu vida porque te sientes a la sombra de tus miedos. Y es en este punto donde puedes trabajar por conseguir una confianza interna, una confianza que no dependa nada más que de ti.

Cómo desarrollar la confianza interna

Paradójicamente la confianza interna no es algo que haya que construir, ya que no implica hacer, sino que consiste en ser nosotros mismos. Lo mejor es que es algo que ya está en ti, sólo tienes que re-encontrarlo. Y como es algo que ya tienes la única forma de conectarte con ello es a través del autoconocimiento para que puedas observar y poder entender el porqué y el para qué de todos estos procesos que haces inconscientemente, que hacen que tu vida esté en manos de los demás.

Es interesante reflexionar ¿en qué momento dejaste de confiar en ti? ¿Quién te hizo creer que no podías confiar en ti? Encontrar el origen te dará muchas respuestas y sobre todo un camino para sanarte.

Este es precisamente mi trabajo ayudar a las personas a re-encontrarse con su confianza interna más verdadera para que así puedan recuperar el poder de sus vidas, tomando sus propias decisiones, no necesitando a los demás para saber de su valía y conseguir todo aquello que se propongan.

Si te sientes identificado/a con esto, te invito a que te elijas a ti mismo/a de una vez por todas, que seas tu prioridad.

¡Un abrazo enorme!

Almu.

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