Cada relación de pareja construye su camino, sin embargo, hay una serie de etapas por las que, de una manera o de otra, pasan todas las parejas hasta que se consolidan.
Sobre este tema se ha escrito muchísimo y cada autor tiene su forma de explicar estas fases con sus matices. En este apartado comparto con vosotros las cuatro fases que propone Joan Garriga en su libro “El buen amor en la pareja” puesto que es una de las explicaciones que más cuadra con mi forma de entender las relaciones desde la psicoterapia.
1) Enamoramiento
El enamoramiento podríamos definirlo como una fase algo ilusoria, llena de expectativas puestas en la persona que estamos conociendo. El foco de atención está en todo lo bueno que vemos de esa persona, incluso vemos cosas aunque no estén, es una fase en la que idealizamos al otro.
Esta etapa se caracteriza por las proyecciones que hacemos en el otro, es decir, no vemos al otro sino lo que deseamos y esperamos que sea en función de nuestras necesidades, porque inconscientemente anhelamos que esa persona sane nuestras heridas de infancia.
Sin embargo, esta fase no dura para siempre, poco a poco se va cayendo esa venda y podemos ver realmente a la persona que tenemos enfrente. Recuperamos la razón y el discernimiento, y comienza la fase de elección.
2) Elección
Ahora que te veo puedo elegir si te quiero tal y como eres con todo, tus cualidades, talentos, defectos, familia, pasado, heridas, orígenes, etc; o si prefiero que no sigamos construyendo porque veo que somos incompatibles.
En esta etapa lo más importante es aceptar completamente, sin intención de que el otro cambie. Si elegimos estar con alguien lo hacemos con todas las consecuencias, pero el deseo de que el otro cambie hasta que encaje en nuestro ideal es algo totalmente irreal y generador de sufrimiento asegurado.
3) Compromiso
Si todo va bien, la relación se consolida, ambos nos comprometemos a seguir construyendo juntos.
Ahora tenemos un proyecto común donde crecer y evolucionar juntos. Es el momento en el que las parejas reflexionan sobre lo que quieren construir y cómo.
Cuando se produce la formación de una nueva familia, haya hijos o no, ésta tiene prioridad por encima de las familias de origen de cada uno, y con esto nos referimos a que, si en casa con mis padres había unas normas, valores, lealtades, formas, etc., cada uno de la pareja necesitará soltarlas para construir las propias de la nueva familia.
4) Entrega
Joan Garriga habla de esta fase como “una fuerza superior, más grande que el compromiso”. Se refiere al amor incondicional por la otra persona, porque cuando uno está conectado con el amor a uno mismo, puede ver al otro desde ahí. Es un sentimiento que está por encima de que la relación perdure.
En su libro escribe una frase que define perfectamente esto:
“Te sigo amando a ti y a lo que te dirige, con independencia de adónde te lleva tu propio camino y también a mí el mío”
Habla del amor libre, de que, por encima de todo, de que estemos juntos o no, de lo que pueda pasar, yo te amo tal y como eres y compartiremos la vida hasta donde sintamos que queremos hacerlo, respetando que puede llegar un momento en el que esto se termine y será maravilloso porque dejar ir será la forma en la que seguiremos amándonos.
A lo largo de las relaciones, las parejas evolucionan, las circunstancias cambian, la familia puede crecer, los proyectos individuales y de pareja cambian. Las parejas se enfrentan a nuevos desafíos, y una de las claves para que la relación sea duradera es que sean capaces de adaptarse y cambiar con los nuevos escenarios.
¿Has pasado por estas etapas?
¿En qué fase estás ahora con tu pareja?
¡Te leo en los comentarios!
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