¿Estás pasando por una ruptura?
¿Te sientes perdido en el dolor?
¿No consigues olvidar tu ex?
Todos, en algún momento de nuestra vida hemos pasado por una separación, ya sea de pareja, amistad o con algún ser querido.
Y si hay algo seguro, es que no es un camino fácil ni agradable para nadie. Por ello, es fundamental que te tomes el tiempo que necesites para sanar.
Hay muchas formas de vivir una ruptura, para algunos será un trámite, incluso una liberación y seguirán con sus vidas como si nada, en cambio, para otros puede llegar a convertirse en un verdadero trauma emocional.
Todo esto dependerá de las bases de tu relación, del grado de dependencia, de las creencias que tengas sobre las relaciones, de la concepción que tengas de las rupturas, de cómo se produjo la separación, de si hay hijos comunes, …
Si estás pasando por un proceso de ruptura, te ha ocurrido hace poco o sientes que no terminas de superar aquella relación que tanto te marcó, te recomiendo que leas este artículo.
Te puede ayudar a resolver algunas dudas que puedas tener y coger fuerza para salir reforzada/o de este proceso tan duro que estás viviendo.
El duelo tras la ruptura
Tras una ruptura, nos enfrentamos a un proceso de duelo, ya seas el que haya tomado la decisión de dejar la relación o no.
El dolor que se vive puede sentirse incluso como un dolor físico, pues el centro del dolor físico es el mismo que el dolor emocional. Por ello, no es raro que sientas dolor en el cuerpo.
Sin bien es cierto que cada persona lo vivirá a su manera y a su tiempo, todos de alguna forma pasamos por unas fases para poder asumir la ruptura. Dependiendo de los autores, se proponen unas u otras fases.
Yo te comparto en este artículo, las fases que, yo acompañando a personas en sus procesos de ruptura, me parecen que más se acercan a lo que vivimos en una ruptura.
Entender estas fases nos va a ayudar a entender mejor el proceso y acortar el tiempo de recuperación, pero en ningún caso nos va a librar de vivir el dolor.
Durante todo el proceso de duelo es importante rodearse de los amigos, y de la familia, tener una buena red de apoyo que te pueda escuchar y apoyarte en esos momentos tan complicados y dolorosos.
Por estas fases, pasamos todos y es importante que pasemos por ellas para poder transitar nuestras emociones y atravesar el dolor.
A veces, no hay una clara continuidad, es decir, podemos estar en una emoción y pasar a otra para volver a la anterior, pasar varias fases entremezcladas. Pero, por todos estos estados en mayor o menos medida pasarás.
1. Negación
Es la primera reacción para protegernos, es un mecanismo de defensa, lo que ha pasado está siendo demasiado para ti ahora mismo, y necesitas negarte que está ocurriendo.
“No me deja de verdad”, “Vamos a volver en dos días”, “Esto es temporal”, “Esto no está pasando”. Con este mecanismo te estás dando tiempo para asumir lo que pasa en realidad.
2. Anhelo
Va a haber momentos en los que eches de menos tanto a esa persona que puede aparecer la esperanza de volver, de recuperar la relación.
Va a haber una lucha interna en la que por un lado quieres volver, pero por otro no quieres ni oír hablar tu ex.
Pueden aparecer pensamientos del tipo, “Yo puedo cambiar…”, “Si hubiéramos …”, “Quizás podríamos…”, “Prometo que…”. Pensamos que así dejaremos de sufrir.
La ilusión momentánea de que este dolor va a pasar hace que sintamos un poco de alivio. Sin embargo, dura poco porque nada de lo que te estás contando, en realidad, es cierto.
3. Explicaciones
Ese momento en el que tu mente se mete en un bucle de preguntas sin respuestas en el que sientes que necesitas entender el por qué de lo que ha pasado. Si bien es verdad que no todo el mundo lo vive de la misma manera, esta fase se vive más intensamente cuando te han dejado.
Por ejemplo, cuando no te convencen los motivos que te ha dado para dejarte, en situaciones de ghosting, cuando la ruptura es inesperada, infidelidades…
4. Ira – Indignación
Es la primera reacción para protegernos, es un mecanismo de defensa, lo que ha pasado está siendo demasiado para ti ahora mismo, y necesitas negarte que está ocurriendo.
“No me deja de verdad”, “Vamos a volver en dos días”, “Esto es temporal”, “Esto no está pasando”. Con este mecanismo te estás dando tiempo para asumir lo que pasa en realidad.
5. Tristeza – Soledad -Pena
Esta fase se caracteriza porque nos invade una profunda tristeza, estamos aceptando nuestra nueva vida sin pareja.
Pueden aparecer problemas para dormir, pérdida de peso, no tener muchas ganas de nada.
Lo mejor es darte permiso y espacio para llorar, para sentir esa tristeza, es muy importante para liberarla cuanto antes y empezar la recuperación.
6. Culpa – Humillación
En estos momentos, sueles hacer un análisis irreal en el que o te culpabilizas demasiado de lo ocurrido o culpabilizas de todo al otro. Déjame decirte que la culpa no te va a servir de nada.
Si te culpabilizas a ti, vas a sentir que tu autoestima se va menguando, te sientes humillado/a, pierdes confianza en ti, y fuerza para seguir adelante. Por otro lado, si culpabilizas al otro de todo, te estás aferrando a la relación, dándole poder a tu ex, y muy posiblemente entrando en la victimización, nada recomendable.
Por ello, cuando sientas que estás en este tipo de pensamientos, sal cuanto antes. Apóyate en alguien para salir de ahí, cambia de actividad, corta estos pensamientos porque, además, sabes que no son verdad. En una pareja, hay dos personas, y las dos sois responsables, podemos aprender de lo que ha pasado, pero sacar el látigo no ayuda para nada, así que mejor date mucho amor.
7. Aceptación – Decir adiós
Por fin, te has rendido a lo que está pasando, has dejado de luchar.
Lo tienes asumido y estás empezando a permitirte vivir tu vida. Estás listo para decir adiós definitivamente y cerrar esta etapa.
8. Resolución y nueva vida
Llega tras haber pasado por todas las etapas anteriores. Aprendemos a ver las cosas de otra manera, que la relación quedó en el pasado, reconstruimos nuestra nueva vida, rutinas, planes.
Para cuando llegues a esta fase ya habrás transitado todo el dolor, incluso, habrás sido capaz de perdonar y perdonarte.
Aprovecha para aprender de la relación, qué cosas puedes mejorar de ti, qué aspectos han detonado la relación, cómo os tratabais, qué dinámicas manteníais, qué te gustaría cambiar de ti en tu vida y en tus futuras relaciones.
Aunque parezca que el duelo es exclusivo para la persona que ha sido dejada, no es así. La persona que deja también puede pasarlo muy mal durante una ruptura, a pesar de que haya sido ella la que ha tomado la decisión. Al fin y al cabo, ambas partes tienen que adaptarse al cambio. Es posible que aparezca la culpa, dudas de si estás haciendo lo correcto, incluso que te plantees volver a la situación anterior.
¿Estás pasando por alguna de estas fases?
¿Te gustaría tener un acompañamiento individualizado para ayudarte en el proceso que estás viviendo?
Te mando un abrazo enorme!!
Escríbeme si quieres saber más