La clave del autocuidado es la escucha y el respeto de tus necesidades
Últimamente se habla mucho del autocuidado, y parece fácil intuir que tiene que ver con cuidarnos a nosotros mismos. Sin embargo, ¿qué es para cada uno de nosotros esto de cuidarnos a nosotros mismos?
En este artículo, voy a compartir contigo lo que es para mí el autocuidado. Y con ello, me gustaría invitarte a reflexionar sobre el tema. Quizás puedas llevarte ideas nuevas con las que completar tu concepto de autocuidado y si eres de los que todavía no dedica mucho a ello puede que sea un buen momento para empezar.
¡Si te interesa, vamos a ello!
¿Qué es (para mi) el autocuidado?
Tal y como yo lo vivo, el autocuidado tiene que ver con escucharte; escuchar tus necesidades, a tu cuerpo, tus pensamientos, tus creencias, tus emociones, tus heridas, aquello que duele, tus sueños, tus ilusiones.
El autocuidado tiene que ver con permitirte expresar, sentir, respetar tus tiempos y sanar, en definitiva, el autocuidado es permitirte ser tu misma/o en cada momento, sin juicios, sin expectativas, sin culpa, simplemente SER.
Para muchas personas el autocuidado también tiene que ver con hacer cosas que nos gustan y que nos hacen sentir bien, y yo estoy totalmente de acuerdo. Lo único, que, para mí, en el momento en el que nos permitimos Ser nosotros mismos y sentirnos, y hablo del ser en esencia, ya no hace falta hacer cosas, podemos hacerlas si queremos, pero ya existe un sentimiento de amor intrínseco en nosotros por el simple hecho de existir.
Uno cuida lo que ama, y si no te estás cuidando puede que no te estés dando el lugar que te mereces
La importancia del autocuidado
En la vida están implícitas las situaciones difíciles, los traumas, los cambios, la incertidumbre, las decepciones, los altibajos, etc. Es importante estar preparados y con las mayores herramientas posibles para hacer frente a estas dificultades cuando se presentan.
Muchas veces no es tanto el problema en sí, sino cómo somos capaces de gestionarlo, cómo nos relacionamos con ello. Cuanto más estables estemos internamente, más fácil será aceptarlo, integrarlo y superarlo. Por el contrario, si no hemos dedicado espacio a cultivar ese amor propio es posible que determinados problemas se conviertan en una maraña emocional que va a costar más desenredar.
El autocuidado funciona como un factor protector de nuestra salud mental, física y psicológica. Mejora nuestra calidad de vida, la relación con nosotros mismos mejora nuestro estado de ánimo, refuerza el sistema inmune, nos ayuda a sentirnos con más vitalidad, nos ayuda a prevenir enfermedades físicas y psicológicas como la ansiedad y la depresión.
Las cuatro áreas del autocuidado
El autocuidado se centra en cuatro áreas, todas ellas importantes, puesto que cada una de ellas impacta en las demás:
Física
Aquí se engloba todo lo relacionado con el cuerpo, la alimentación, el descanso, el ejercicio, mantener unas rutinas saludables. En definitiva, cuidar tu energía.
Emocional
Cuidar la identificación, expresión, gestión e integración de las emociones. Respetar lo que sientes sin intentar evitarlo.
Sanar todo aquello que tenemos atascado de nuestro pasado que nos condiciona nuestro presente.
Social
Tiene que ver con aquello que incluye a otras personas, nuestro tiempo es limitado y para qué vas a pasarlo con gente que no te aporta o haciendo planes que no quieres hacer. ¿Qué personas con las que te relacionas te dan energía y con cuáles la pierdes?
También es importante mantener relaciones sanas y saludables, revisa tus vínculos. ¿te sientes respetado/a, escuchado/a?
En esta área también se incluye el permitirnos apoyarnos en los demás cuando lo necesitamos, el pedir ayuda.
Mental
Todo lo relacionado con lo cognitivo, los pensamientos que tenemos a lo largo del día, la manera de hablarnos y tratarnos.
Cultivando la paz mental, momentos para relajarnos, momentos de silencio. Aunque también aprender cosas nuevas, mantener la mente despierta en todo aquello que nos nutra y nos haga crecer como personas.
A veces pensamos que el autocuidado supone sacar muchas horas para ello y claro es fácil caer en el “no tengo tiempo”.
Sin embargo, el autocuidado no implica necesariamente sacar demasiadas horas para hacer cosas como ir al spa o tomarme un fin de semana. Eso está muy bien y si puedes hacerlo está genial, pero, el autocuidado se puede practicar en cada momento, en cada acción, en cada pensamiento del día.
¿A qué estás esperando?
¡El mejor momento para comenzar a quererte es ahora!
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