¿Estás en una relación dependiente o tienes dudas de ello?
¿Te sueles meter en relaciones de pareja que te hacen daño?
¿Quieres mejorar la calidad de tu relación?
Sobre la dependencia emocional ya te he ido contado muchas cosas en otros artículos que puedes encontrar en la web. Te recomiendo: «Dependencia emocional. ¿Qué es?» y «Supera la dependencia».
En el artículo de hoy voy a contarte cómo se comportan las personas que pasan por un proceso de dependencia emocional en sus relaciones de pareja.
Quiero aclarar que son características orientativas que se dan de forma generalizada, no tienen por qué darse todas en todos los casos. Me voy a centrar en personas con dependencia emocional «estándar», y en próximos artículos hablaré de otras formas de dependencia.
¡Empezamos!
La dependencia emocional en pareja
Si tienes dependencia emocional de tu pareja, probablemente sientas que necesitas buscar o conseguir a toda costa el afecto de los demás y eso es lo que guía tu vida y tu relaciones.
Seguramente te encante estar en pareja, y cuando no lo estás sueles buscarla porque de alguna manera sientes que la necesitas, te da seguridad sentir que tienes a alguien a tu lado que te quiere, de hecho, puedes llegar a sentirte incompleta sin ella.
5 caraterísticas que te ayudarán a saber si dependes emocionalmente de tu pareja
1) Priorizas a tu pareja
Tu vida gira en torno a ella y la priorizas por encima de todo incluso de ti misma/o.
Poco a poco te vas cerrando en tu pareja y en los planes con ella, dejando de quedar con sus amigos, dejando a un lado tus aficiones, todo con tal de pasar más tiempo con la pareja.
Puede incluso que dejes de vivir tu propia vida y produciéndose una adaptación total a la vida de tu compañero/a.
Te adaptas a sus planes, a sus amigos, a sus aficiones. Puede llegar a ser tanta la obsesión, que puede variar tu estado de ánimo en función de cómo percibas el estado de la relación.
Necesitas sentirte aceptada/o y segura/o de la continuidad de la relación, aunque, seáis una pareja que no funcione. En cambio, si te sientes rechazada/o, o sientes que existe la más mínima posibilidad de ruptura, sientes mucha angustia y que tu vida se desmorona por completo.
Para ti la vida no tiene sentido si no es en una relación.
2) Necesitas excesivamente al otro
En relación con el punto anterior, si eres dependiente de tu pareja es muy posible que busques el mayor contacto posible con ella, si por ti fuera lo hariaís prácticamente todo juntos.
Cuando estáis separados estáis en contacto por teléfono, mensajes frecuentes. Es habitual que haya una demanda continua hacia tu pareja para pasar más tiempo juntos.
En relación con tu pareja pueden darse dos reacciones, que él o ella necesiten lo mismo y se cree una relación fusional entre ambos o bien que la pareja ponga límites y no quiera pasar tanto tiempo juntos y quiera hacer cosas solo/a, tener espacio propio, hacer planes sin ti, etc. A lo que posiblemente responderás adaptándote a las demandas de tu compañero/a porque sabes que si el otro/a se cansa se puede ir y esto sería fatal.
Cabe destacar que en muchas ocasiones se generan dinámicas en las que tu pareja pone límites abusivos considerándose por encima de ti, digamos que se aprovecha de la situación, de que no le vas a abandonar porque tienes miedo de que la relación de acabe.
3) Tiendes a idealizar a tu pareja
La pareja se vuelve alguien a quien admirar, incluso llegas a sobrevalorar o distorsionar cualidades o atributos.
De alguna manera necesitas atribuir a la pareja características que sientes que te faltan a ti, como forma de compensar tus carencias, es decir, necesitas encontrar en tu pareja aspectos que completen lo que sientes que te falta como, por ejemplo, seguridad en ti misma/o, alta autoestima, etc.
Estar con una persona a la que idealizas te produce una falsa sensación de estar completa/o, y así es fácil sentir que necesitas al otro para ser querida/o y como consecuencia tu autoestima, autoconfianza y la visión general que tienes de ti queda aún más afectada.
4) Estableces relaciones de dominación-sumisión
Al necesitar al otro para que tu vida tenga sentido, unido a una falta de autoestima, haces todo lo posible porque tu pareja no se vaya de tu lado. Y esto se traduce en relaciones desequilibradas donde normalmente la persona con dependencia adquiere un rol de sumisión (aunque existen excepciones).
La sumisión consiste en posicionarse por debajo de la pareja, llegando a hacer cosas que uno no quiere o que no le apetecen por complacer al otro, o hacer cosas pensando y priorizando siempre a la pareja.
Cuando existe un rol de sumisión es porque existe también un rol de dominación, es una dinámica que toma una pareja de forma inconsciente y que con el tiempo suele ir cada vez a más, el dominante puede llegar a sentirse superior y aprovecharse de la necesidad y del miedo a la ruptura del dependiente para obtener privilegios que se considerarían inadmisibles en una relación sana.
Llevado al extremo esto puede derivan en vejaciones, humillaciones, violencia verbal, física y psicológica que se consienten puesto que uno se siente superior y el otro inferior.
5) Tienes terror a al abandono o al rechazo
Si tienes dependencia de tu pareja sentirás que tu relaciones es lo más importante de tu vida, como comentábamos en los puntos anteriores, puedes llegar a idealizar y a someterte a su pareja con tal de que no se produzca una ruptura.
Se pueden llegar a soportar situaciones muy graves con tal de que no se rompa la relación.
De hecho, cuando se produce una ruptura lo pasas realmente mal, como si tu vida se acabara, pasas por un proceso conocido como «síndrome de abstinencia», del que te hablaré más en profundidad en próximos artículos.
Y hasta aquí el post de hoy, escríbeme en los comentarios qué te ha parecido, y si te gustaría que te hablara más sobre algún tema en concreto.
¡Te leoo!